Cuando era empleado, dependía
totalmente de un salario que regularmente se cobra cada 15 días, en la célebre
quincena. Yo era uno de tantos que la esperaba con mucho frenesí, que felicidad,
no!
Cuando me di cuenta que era parte
de un sistema empecé a pensar en renunciar y dedicarme 100% a mi propio
negocio, sin importarme nada. Un día el destino me dio la oportunidad de echar a
rodar por el abismo mi vaca lechera y salirme de la tan amada zona de confort,
y me la jugué el todo por el todo. Dejé mi sueldo "seguro y sus anexos"
por buscar mi libertad “tener mi negocio”. Sin embargo pasaban los meses y mi grandiosa
idea de negocio no funcionaba, pues me había convertido en un autoempleado y
¿sabes? me di cuenta que había cometido un grave error.
Con lástima veía pasar mis años
pasados alquilando mi tiempo, educándome con préstamos que tenían un chantaje
oculto de la misma compañía para la que trabajaba y así ser alquilado por
mi mano de obra calificada, mientras yo
seguía soñando con un mejor puesto de trabajo, esperanzado en que a algún nuevo
jefe le cayera en gracia y notara mis esfuerzos y resultados, pues además era una
persona leal y honesta, y me ascendieran para ganar un mejor status y claro!
mejor salario. Pero era como esperar que alguien más lo hiciera por mí. Y esto no me ayudo para nada en mi decisión.
Entonces cuando tuve la idea
“genial” de generar ingresos por mi propia cuenta “mi propio negocio” y hacer
el menor esfuerzo para después recoger los frutos. Pues mis nuevos socios
comerciales me hablaban según su experiencia de lo maravilloso que era dicho
negocio, además ya había dependido el tiempo suficiente de un empleo. Ahora yo
era el jefe, pero ya en las famosas quincenas era quien menos dinero tenía, pues
debía cancelar la nómina de mis empleados y cual cantidad de rubros inherentes
a un negocio físico, yo no era capaz de generar mis propios ingresos!!! De verdad quedé en shock.
Me hizo ver que aún tenía que
capacitarme y ser mejor, ser una persona que no necesitara de un empleo para
tener dinero. Hoy en día me doy cuenta que no necesitamos de un empleo para generar
dinero, además que no deseo buscarlo. Me ratifiqué que tenía que ser una mejor persona,
diferente, debía cambiar mi chip,
una persona, de la cual los demás necesitaran de mis conocimientos, mi
información mi experiencia y luego te remuneraran por eso. Aprendí a agregar valor a la vida, a entender que ayudar
y resolver problemas a los demás, puede hacer que el dinero llegue por
añadidura; por esa razón ya no tengo miedo a perder un empleo. Aunque he
sentido miedo a no tener dinero, siento algo de tranquilidad porque estoy
seguro que existen muchas otras fuentes para generarlo. Es solo tener la convicción de saber para que
soy bueno y buscar sus diferentes formas de entregarlo a quien lo necesita,
pero además perseverar, no desfallecer en el intento, tener fé. Cuando somos
empleados no está en nuestras manos ciertos direccionamientos de nuestra vida,
pero cuando poseemos la maravillosa oportunidad de nosotros forjar nuestro
futuro y hacemos que las cosas pasen, los resultados deben ser diferentes.
Hoy pienso, si mañana asistiera a
mi empleo y me despidieran por sorpresa o cualquiera que fuese mi fuente
generadora de ingreso y ésta desapareciera, sería capaz de volver a encontrar
mi fuente?, ampliaría mi zona de confort? conozco las oportunidades que nos
da la vida? somos recursivos? o le
dejamos todo a Dios? o somos capaces de hacer lo que sea para que ya no nos
pase?, aprendemos a generar ingresos o
nos da miedo de perder dinero por que no seremos capaz de generarlo
nuevamente.
He entendido que soy del siglo
pasado, que me enseñaron la historia de lo que fue la revolución industrial postconflicto de la segunda
guerra mundial, que necesitó preparar al pueblo para que produjeran N horas diarias en una fábrica para
surgir de entre las ruinas, pero con la gran fortuna de pertenecer a una
generación que está presente en el nuevo siglo, y que gracias a la era tecnológica esto está cambiando. El
mundo del internet es inmenso al igual que sus oportunidades, aún sigo sin
entender por qué no le han nombrado la octava maravilla del mundo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por partcipar